cepillos dentales manuales

Cepillo Eléctrico o Cepillo Manual: ¿cuál es mejor?

Para tener una buena higiene bucal es fundamental lavarse los dientes al menos tres veces al día. No obstante, para conseguir una buena limpieza no basta con un simple lavado sino que éste debe hacerse de forma correcta y con un buen cepillo de dientes.

En cuanto a la forma correcta de lavarnos los dientes, ésta ya la conocemos, pero en cambio nos puede entrar alguna duda en cuanto a qué tipo de cepillo de dientes es mejor para nuestro lavado, si el manual o el eléctrico.

Pues bien, a grandes rasgos debemos decir que determinados cepillos eléctricos son mejores que los manuales, pero para poder llegar a esta conclusión y que vosotros mismos determinéis cuál es mejor, vamos a hablaros sobre las ventajas e inconvenientes de cada uno.

Pero antes de empezar debemos señalar que cualquier de ambos cepillos consiguen un cepillado eficaz.

Cepillo Eléctrico

En primer lugar, debemos señalar que el cepillo eléctrico consigue que tengamos una higiene dental óptima sin necesidad de realizar un gran esfuerzo gracias a sus características.

Ahora bien, la ventaja por excelencia del cepillo eléctrico es que éste consigue eliminar más placa bacteriana que el manual. Esto es muy importante porque la placa bacteriana es la responsable de que aparezcan caries o la enfermedad de gingivitis.

Esto lo consigue gracias a su manejabilidad al tener un mango largo y un cabezal estrecho que permite llegar a alcanzar zonas de difícil acceso. Asimismo, el cabezal consigue redondear toda la pieza limpiando no solo la parte externa del diente.

Otra de las ventajas del cepillo eléctrico es que es más respetuoso con el esmalte del diente.

Esto es así porque la mayoría de cepillos de dientes eléctricos tienen un mecanismo de control de presión que evita que haya abrasión en el diente y por ende se dañe el esmalte. En cambio, normalmente el cepillo manual si se utiliza de manera no adecuada se ejerce demasiada presión en el diente.

Por otro lado, también debemos señalar que se ha demostrado que aquellas personas que se cepillan los dientes con un cepillo eléctrico están entre un 20% y 40% más de tiempo lavándose los dientes, algo que favorece mucho a la higiene dental. Además, existen en el mercado cepillos de dientes que tienen una señal para avisar que han pasado los minutos adecuados para un buen lavado.

Por último, el cepillo eléctrico también es aconsejable para aquellas personas que tienen alguna discapacidad, problema o limitación a la hora de llevar a cabo la higiene bucal.

Cepillo Manual

Como ya hemos visto el cepillo eléctrico tiene muchas ventajas. No obstante, existen ocasiones o situaciones que es más recomendable utilizar un cepillo manual.

Entre estas situaciones podemos destacar aquellos casos en los que la persona lleva ortodoncia es recomendable utilizar cepillo manual para evitar que se pueda estropear o arrancar dicha ortodoncia.

A su vez, es recomendable utilizar un cepillo manual en aquellos casos que se haya realizado una cirugía, ya que el cepillo manual nos permite utilizar cerdas suaves para evitar el dolor en la zona.

Por último, también es aconsejable que utilicen cepillos manuales los más pequeños de la casa, porque les ayuda a interiorizar la técnica del cepillado, aunque también es viable que puedan utilizar cepillos eléctricos.

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Restauración Odontológica: qué es y tipos

Tener unos dientes perfectos es algo que obsesiona a muchas personas. Es más, casi nadie está a gusto con su dentadura o no le gusta como es el tamaño de sus dientes, la separación entre los mismos o el color del esmalte, y si a eso le añadimos que puede que alguno de los dientes pueda estar dañado y pierda su funcionalidad, todavía encontramos más inconformistas con su dentadura.

Pues bien, hoy os vamos a hablar de una solución a este problema tan común: la restauración odontológica. ¿Te interesa? Pues sigue leyendo.

¿Qué es la restauración odontológica?

Como podemos adivinar, la restauración odontológica o dental tiene como finalidad la reconstrucción total o parcial de un diente que ha sido dañado, bien por una destrucción, fractura, desgaste o afección , así como también devolver la finalidad al mismo.

En definitiva, es una técnica que rellena el diente y le da la forma esperada recuperándolo completamente.

La restauración odontológica se suele utilizar en los siguientes casos:

  • Dientes que se han oscurecido, pigmentado o decolorado
  • Dientes que tienen defectos en el esmalte
  • Dientes que se han desgastado por la masticación
  • Dientes que están separados
  • Dientes que se han caído.

Si tienes alguno de estos problemas, puedes ponerte en contacto con nosotros, ¡consulta nuestros tratamientos de odontología conservadora!

Tipos de restauración odontológica

Dependiendo de cada caso concreto, del tipo de daño en el diente y si la restauración va a ser total o parcial, el odontólogo va a utilizar una u otra técnica, por ello debemos conocer cuáles son las técnicas o los tipos de restauración odontológica más comunes.

Obturaciones

Una de las opciones de restauración odontológica es la de las obturaciones, una técnica directa que se suele realizar en una sola sesión.

Las obturaciones no son algo muy raro, sino que son los conocidos empastes y son utilizados generalmente en aquellos dientes que presentan caries. Estas obturaciones se colocan en un estado blanco, a continuación se endurecen y así se amoldan a la boca y al espacio de la pieza dental que se debe cubrir.

En cuanto a los materiales que se suelen utilizar para este tipo de restauración, podemos encontrar la amalgama o composite.

Incrustaciones

Otra de las opciones de restauración central son las incrustaciones que son una técnica indirecta de restauración odontológica.

Esta técnica consiste en utilizar pequeñas piezas rígidas para sustituir los dientes o las partes del diente que se han perdido. Normalmente se suele utilizar incrustaciones en aquellos casos de dientes con caries que han sido levemente agrietados o fracturados.

En cuanto a los materiales de estas piezas podemos señalar que lo más común es que se utilice metal, resina o porcelana.

Frentes laminados

Los frentes laminados, o también conocidos como carillas, son una de las opciones más conocidas de restauración odontológica.

Algo que caracteriza a esta técnica es que su fabricación es muy fácil y da un muy buen resultado estético. En concreto, se trata de unas finas láminas que se adhieren a la parte externa del diente, por lo que al requerir una estructura mínima del diente para ponerlas es una técnica ideal para piezas que han perdido color, oscurecidas, desgastadas, que tienen una gran separación entre ellas o incluso que tienen tamaños desiguales.

Además, estas carillas suelen colocarse en los dientes delanteros y suelen estar fabricadas con porcelana.

Coronas

Por último, podemos encontrar la utilización de coronas o fundas coronarias que son otra de las técnicas más habituales en la restauración odontológica.

Esta técnica se puede utilizar en casos en los que se necesite una restauración completa o parcial. En concreto consiste en elementos que son fabricados a medida según la anatomía de la pieza dental dañada y que son colocados encima del diente. Para la sujeción de la corona el dentista suele desgastar el diente natural.

Sin ninguna duda este tipo de técnica es muy bien acogida por los pacientes, ya que da un buen resultado estético y puede realizarse a gusto del mismo.