alimentos beneficiosos salud dental

Alimentos Beneficiosos para la Salud Dental

Como bien sabéis, mantener una buena salud dental exige una serie de cuidados y de hábitos saludables. En otras ocasiones, ya os hemos hablado de la importancia de cepillarse correctamente los dientes, ¡pero hay otros aspectos que también son fundamentales!

Hay ciertos hábitos que seguro que has visto, en repetidas ocasiones. Por ejemplo, el tabaquismo no solo es negativo para la salud, en general, también lo es para la boca, ¿y qué decir de la alimentación? Pues sí, la ingesta o no de según qué alimentos puede resultar beneficiosos para nuestra salud dental, al igual que la ingesta de bebidas azucaradas o los dulces están claramente contraindicados.

Precisamente, en este artículo os queremos hablar sobre aquellos alimentos que nos pueden resultar importantes para mantener una buena salud dental y que nos pueden ayudar para prevenir patologías futuras.

Recuerda que, en nuestra clínica, tenemos una amplia experiencia en tratamientos odontológicos preventivos, ¡consúltanos!

Alimentos que mantienen una Buena Salud Dental

Ahora, vamos a ver algunos de los alimentos que son realmente beneficiosos para poder tener una buena salud dental, así como las diferentes razones que se encuentran, detrás de cada uno de estos alimentos.

Frutas y Verduras recomendadas para la Salud Dental

Dentro de las frutas y verduras, hay alimentos que es mejor evitar, mientras que hay otros que son muy recomendables. En este apartado, podemos hablar de tres alimentos, en concreto, como son la manzana, el apio y la zanahoria.

La razón, detrás de estos alimentos, es que ayudan a barrer lo restos de alimentos y la placa bacteriana acumulada en los dientes. Es decir, ejercen de “barrido” de la placa, como si de un cepillo de dientes se tratara. Esto es fundamental, entre otras cuestiones, para que las encías no se inflamen y así evitar enfermedades, como la gingivitis.

Leche y Derivados Lácteos

Otro de los aspectos más importantes, para la salud dental, reside en su resistencia. Tener unos dientes fuertes es fundamental. ¿Y qué hace que los dientes estén más fuertes? ¡Efectivamente, el calcio! Gracias al aporte del calcio, los dientes se desgastan menos, con el paso del tiempo, y ayudan en el proceso de reparación del esmalte.

El calcio proveniente de la leche y de otros productos lácteos constituyen la mejor fuente de calcio que podemos obtener. De la misma forma, los lácteos, como los yogures, tienen caseína y fosfatos, que son fundamentales para la remineralización de los dientes.

Alimentos Ricos en Fibra

La fibra no solo es importante para el tránsito intestinal, también lo puede ser para la salud dental. En este sentido, los alimentos ricos en fibra exigen una mayor masticación, ¿y qué tiene que ver la masticación? Este proceso hace que nuestra boca salive con mayor frecuencia.

Al salivar, se reduce notablemente la acumulación de placa bacteriana, la causante de muchas patologías bucales. ¿Y qué alimentos, ricos en fibra, están recomendados? Los cereales integrales, además de las legumbres, están altamente recomendados.

Alimentos incoloros

Los alimentos con colorantes pueden ser nocivos para los dientes, ya que los pueden decolorar. Por eso, no está recomendado abusar de ellos. Por el contrario, aquellos alimentos que no tienen color, son ideales para conseguir mantener una dentadura más blanca y reluciente.

Algunos alimentos de este tipo son las carnes y pescados blancos, realizados a la plancha y sin salsa. De la misma forma, uno de los alimentos incoloros, por excelencia, es el arroz blanco.

Hidratación

Parte fundamental de la alimentación es mantenerse hidratado, como bien sabéis. El agua es nuestro mayor aliado. Es más, la mayor parte de nuestro cuerpo está constituido por agua y la recomendación diaria de ingesta es de 1,5 a 2 litros.

Pues bien, la hidratación también es importante para la salud dental. No en vano, cuando no estamos bien hidratados, nuestro cuerpo, inteligentemente, tiende a ahorrar este recurso, también a la hora de salivar. Tal y como hemos explicado anteriormente, tener una elevada capacidad de salivación es muy importante, de cara a evitar la acumulación de placa bacteriana.

Chicles sin azúcar

¡Ay, el azúcar! El azúcar es uno de los mayores problemas que podemos encontrar, dentro de la alimentación, ya que es la causante de las caries. Es necesario, por ello, evitar este tipo de alimentos.

Los chicles siempre han sido uno de los mayores problemas, por su cantidad de azúcar. Ahora bien, desde hace años, existe una mayor tendencia en el consumo de chicles sin azúcar, ¡y se trata de una excelente elección para nuestros dientes! No solo evitas el temido azúcar en la boca, sino que la masticación de chicle fomenta la salivación.

Frutos Secos

Es curioso el caso de los frutos secos. Hace ya muchos años, se creía que eran perjudiciales para la salud dental, ¡y es todo lo contrario! El secreto de los frutos secos está en dos cuestiones.

Por un lado, su fibra hace que haya que masticar con mayor ahínco, mejorando la salivación. Por otro lado, los frutos secos tienen componentes antimicrobianos, por lo que protegen la boca ante las bacterias. Recuerda, eso sí, que los frutos secos tienen muchas trazas y que hay que eliminarlas, mediante el cepillado.

Tal y como puedes observar, todos estos alimentos van, además, perfectamente relacionados con unos buena dieta. Ahí reside una de las cuestiones más importantes. ¡Lo bueno para el cuerpo, suele ser bueno para tus dientes!

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Cómo cuidar el Cepillo de Dientes y cuándo reemplazarlo

El cepillo de dientes es nuestro mayor aliado, a la hora de combatir y prevenir cualquier patología referente a nuestra salud bucodental. Gracias al cepillado frecuente, bien realizado, conseguimos eliminar los restos de la comida en nuestra boca, así como las bacterias y gérmenes que se pueden alojar.

Como toda herramienta fundamental, en nuestro cuidado, hay que saber mantenerla, para que cumpla su objetivo a la perfección. Es decir, no solo vale con cepillarse los dientes 3 veces al día, hay que cuidar el cepillo.

Precisamente, en este artículo nos vamos a centrar en el cuidado del cepillo dental y en una de las preguntas más frecuentes, a este respecto: ¿cuándo hay que cambiar el cepillo? Pues bien, ¡os vamos a hablar de todo ello!

Recuerda que, en otros artículos, os hablamos de cuestiones tan importantes como el adecuado cepillado de los dientes.

¿Por qué hay que Cuidar el Cepillo de Dientes?

Hay muchas razones, por las cuales hay que tener un cuidado del cepillo de dientes. EL motivo principal de su cuidado reside en la cantidad de gérmenes que bacterias que puede acumular y que luego nos llevamos a la boca, pudiendo provocar infecciones.

No hay que olvidar que el cepillo de dientes se encuentra en el baño y es u auténtico foco de gérmenes. Es más, si no se tiene especial cuidado, es posible que hasta baterías intestinales acaben en el mismo, ¡como lo oyes!

Cuidado y Reemplazo del Cepillo de Dientes

Ahora, os vamos a mostrar algunas de las cuestiones más importantes, con las que asegurar que el cepillo de dientes esté en perfectas condiciones para su uso.

Evitar la Contaminación Cruzada no juntándolo con otros Cepillos

Cuando vivimos varias personas, bajo un mismo techo, solemos guardar diferentes productos de higiene juntos. En este caso, puede que guardes el cepillo de dientes, junto a los de los demás.

La realidad es que este hábito está totalmente contraindicado, porque puede haber contaminación cruzada entre varios cepillos de dientes. Hay diferentes cepilleros para guardar cepillos, en el mercado, para que los guardes totalmente separados, ¡es una solución mucho mejor!

No Cubrir el Cepillo de Dientes Húmedo y Colocarlo en Posición Vertical

Tras el cepillado, hay que limpiarlo con agua y depositarlo, como ya hemos dicho, preferiblemente en un cepillero individual. Ahora bien, ¿cómo guardarlo? Muchos de los cepillos dentales vienen con un plástico protector. En principio, cubrir el cepillo sería interesante, para evitar que se acumulen gérmenes y bacterias, ¿no? Pues depende.

En el caso de que acabes de utilizar el cepillo de dientes y las cerdas estén húmedas, es mejor no cerrar nada y mejorar su ventilación. Esto se debe a que, en ambientes húmedos, se fomenta la creación de microorganismos. Para que se seque más rápidamente, lo mejor es dejarlo en posición vertical. Una vez seco, puedes poner un capuchón, para protegerlo de agentes externos.

Lavado de Manos Previo

Parece un proceso obvio, pero hay veces que puede que no caigamos en la cuenta. Hay que lavarse las manos siempre, después de haber utilizado el inodoro, ¡las bacterias y gérmenes acaban en los lugares más insospechados! Por eso, toma como hábito el lavarte las manos después sí o sí.

Más importante todavía es, si después, vas a lavarte los dientes. Antes de coger el cepillo, lávate las manos, para evitar que las bacterias y gérmenes que podamos tener, hayamos ido o no al inodoro, vayan a parar a las cerdas del cepillo. Debido a la pandemia y al hincapié que se ha hecho en este tipo, hay que recordar que el lavado de manos tiene que ser exhaustivo, con jabón, y lavando bien las palmas, pero también los laterales y huecos entre dedos o las uñas.

Cambiar el Cepillo de Dientes

Intentamos exprimir al máximo el uso del cepillo de dientes, ya sea por economizar o por desidia, pero la realidad es que hay que hacerlo con mayor regularidad. Desde el primer uso del cepillo de dientes, puede empezar a haber acumulación de bacterias, por lo que cuando pasan los días, semanas y meses, esta acumulación puede ser aun más importante.

De la misma manera, la frecuencia en el uso del cepillo de dientes hace que las cerdas se separen y se desgasten. Seguro que has notado fácilmente que un cepillo está desgastado cuando lo ves “despeluchado”, ¿verdad?

El problema de que las cerdas hayan perdido resistencia va más allá de la acumulación de las bacterias, ¡pierde efectividad! Con un cepillo desgastado, por más esfuerzo que se haga, es muy complicado eliminar la placa bacteriana acumulada en los dientes y encías.

Ahora, la cuestión es: ¿cuándo hay que cambiar el cepillo de dientes? Por norma general, se tiene que reemplazar, como máximo, a los 3 meses. Podría ser antes, si ha sufrido mayor desgaste y ves que pierde fuerza a la hora de cepillarte.

Con todos estos consejos, conseguirás tener un cepillo de dientes que cumplirá todas sus funciones, libre de bacterias y con el que limpiar perfectamente la boca.